miércoles, 25 de julio de 2012

Tercera etapa: Torrecilla-La Frontera

Al igual que en la anterior etapa, nos levantamos prontito, a las 6 de la mañana aproximadamente para desayunar, hacer la oración de la mañana, arreglar la mochila, cargar cantimploras y comenzar a andar a las 7 a.m. Esta vez la etapa ha sido de 15 kilómetros más o menos y aunque ha habido alguna baja por problemillas físicos, están aguantando todos muy bien.

A las 9 y poco hemos hecho parada y el almuerzo con su bocata de jamón, sus galletas, zumos, fruta... en fin, que nos cuidan muy bien nuestras cocineras y nuestro intendente que lo traemos loco de acá para allá. A las 11, quizá un poco antes llegábamos a La Frontera, para alivio de todos, que ya había gente quejándose del calor. Y nos hemos colocado donde íbamos a dormir. Un poquito de descanso y antes de comer la catequesis. Comida rica y una siestecita antes de volver a jugar... un sueño reparador.

Por la tarde juegos predeportivos y un taller de relajación que nos ha venido muy bien. La misa para terminar bien la tarde y después, la cena, para acabar el día con otro juego antes de dormir para continuar con la siguiente etapa mañana ,que será a Cañamares, es decir, que son bastantes menos kilómetros una vez pasado el ecuador de la parte volante del campa.

Poco a poco comenzamos a conocernos todos, las del sur, los del norte, los de levante... y los de Cuenca, claro. Un grupo muy majo!! El día ha dado para bailes en la plaza, cánticos, andar al lado de ovejas durante muchos tramos del camino...

Ah! ayer adoptamos a un pajarito que no podía volar, se llama Pitorro... aunque hoy hemos tenido que dejarlo, ya estaba mejor.