Ayer en nuestro segundo día entramos en el mundo del desierto. Allí descubrimos que, al igual que a Mario las setas le dan poderes especiales, es Dios quien nos da esos poderes, escuchar.
Esa mañana disfrutamos en el tobogán de las arenas y más tarde hemos vuelto a la lucha de agua para que Mario rescate a Peach.
Por la tarde tuvimos que seguir muchas pistas para poder encontrar el tesoro que había escondido. Tuvimos nuestro tiempo de deportes variados como balonmano, frisbie y hockey.
Después de una calmada ducha tuvimos nuestra misa y al final del día vino una gran batalla. El equipo Toad luchó contra el equipo Koopa-Troopa en una batalla muy muy reñida. Finalmente, tras la oración de la noche nos fuimos a dormir con ganas de más y ver qué nos esperaba en el siguiente día.