Otra día más amanecemos con sonrisas y energía, con las pilas cargadas para disfrutar y seguir ayudando a Wonka en la fábrica. Esta vez se han escapado unas ardillas muy glotonas y hemos tenido que andar buscándolas por todo el campamento para que no acabaran con el chocolate. Después nos ha tocado mojarnos un poco para descansar y hemos disfrutando de la comida tan rica que preparan nuestras cocineras.
Por la tarde un río de chocolate ha invadido el campamento entero y nos hemos manchado de pies a cabeza para poder surcar sus aguas junto a los Oompa Loompas. Además hemos dado gracias a Dios por el día a través de la Eucaristía y por la noche hemos jugado a los juegos de la tele, nos hemos sentido como verdaderos protagonistas; que ganas tenemos de ver qué aventuras nos esperan mañana al despertar.