Cuando nos hemos levantado estábamos en Santiago de Compostela. En la oración de la mañana nos ha visitado Santiago Apóstol y con el hemos dado los buenos días a Dios.
Después hemos ido directos a desayunar, y como todos los días hemos recogido nuestros cuartos para dejarlos limpios limpitos.
Tras la limpieza, ha comenzado los deportes. ¡Nos gustan muchísimos! Somos unos grandes deportistas y cada día jugamos mejor, no queremos que terminen nunca.
Como estábamos hambrientos, los monitores nos han dado un almuerzo fresquito y rico.
Con el estómago lleno, hemos hecho unos jugos acuáticos, súper buenos, nos hemos refrescado y divertido a la vez.
Bien fresquito, hemos ido a comer y con la tripa bien cargada, hemos ido a talleres. Tenemos unos talleres bien interesantes.
Los talleres nos abren el apetito así que hemos merendado leche fresquita y un bocadillos de nocilla. ¡Cómo nos gusta la nocilla!
La merienda nos ha sentado tan bien, que nos hemos ido con mucha “energy” para jugar a la feria. Teníamos que pasar por distintas pruebas y luego teníamos chuches.
Tras la feria, nos hemos duchado y ya bien limpios, hemos ido a misa. Que ha tenido que ser en el comedor ya que el Señor nos ha bendecido con un poco de lluvia.
Pero como ni la lluvia nos frena, después de cenar hemos jugado al cluedo.
Y como todas las noches, al finalizar hemos dado gracias a Dios por este magnífico día.
¡Pipí, pijama, dientes y a la cama!