Hemos vivido una semana llena de alegrías, de emociones y sobre todo de estar con el Señor.
Nuestros jóvenes dejaban el campamento despidiéndose hasta el año que viene. Despidiéndose de amigos, de monitores, de cocineras, intendentes y enfermeras, pero con la seguridad de que no se despiden de Dios.
Nos vamos con la confianza de que seguiremos haciendo de nuestra vida este campamento.
Gracias a todo el mundo que colabora para que el campamento siga ayudando a niños y jóvenes a crecer en la Fe, sobre todo en estos momentos complicados que seguimos atravesando.
¡HASTA PRONTO FAMILIA!